Miopía: causas y posibilidades de corrección

Los problemas visuales son muy comunes, y el más frecuente es la miopía, que a menudo aparece ya durante la infancia. Afortunadamente, este defecto refractivo puede corregirse fácilmente. Hasta ahí, bien... Pero ¿qué es lo que pasa con nuestros ojos si somos miopes? Aquí encontrarás la respuesta a esta ametropía tan interesante, así como mucha información sobre su corrección.

¿Qué es la miopía?

Para poder ver nítidamente, el foco de la lente del ojo, es decir, el punto en el que convergen los rayos de luz, debe situarse exactamente sobre la retina, en la parte trasera del ojo. Para que esto funcione al mirar objetos que se encuentren a distancias variables, el cristalino (la lente del ojo) puede acomodarse en cierta medida, modificando así su poder de refracción. Cuando el cristalino tiene un poder de refracción excesivo o cuando el globo ocular es demasiado alargado, los rayos de luz reflejados por objetos distantes convergen antes de alcanzar la retina, con el resultado de que se percibirán borrosos por mucho que forcemos la vista. Sin embargo, la visión de cerca sigue funcionando perfectamente, o sea, que las personas miopes solamente tienen dificultades para ver bien de lejos.

La distancia máxima a la que todavía se pueden enfocar correctamente los objetos depende del grado de miopía de cada persona. Una miopía leve hasta puede pasar desapercibida en el día a día. Aun así, puede resultar problemática en la escuela o al volante, de ahí que tenga sentido que los niños realicen una prueba de agudeza visual antes de su escolarización. Para obtener el carné de conducir, es obligatorio hacerlo de todas formas.

¿Cuáles son las causas de la miopía?

Hay dos tipos diferentes de miopía. La miopía simple afecta a aproximadamente una cuarta parte de la población de países industrializados. Las causas exactas no están del todo claras. Se sospecha que tanto factores genéticos como los hábitos de la vida moderna pueden jugar un papel importante. Entre los últimos cabe destacar, por ejemplo, la lectura intensiva y el uso de ordenadores y teléfonos móviles. La miopía simple no se considera una enfermedad y en general no es demasiado grave. No así su variante menos común, la denominada miopía patológica, que es típicamente hereditaria. Conlleva problemas visuales más graves, que además suelen intensificarse con la edad.

¿Cómo es posible corregir la miopía?

Unas gafas graduadas para miopes cuentan con unos cristales denominados negativos, ya que su potencia en dioptrías se representa con el signo negativo (por ejemplo, “- 4 dioptrías”). Se trata de lentes divergentes, ya que separan los rayos de luz que las atraviesan, compensando así el índice de refracción excesivo del cristalino del ojo. Existen tanto cristales orgánicos (de plástico) como minerales (de vidrio). Independientemente de su material, los cristales negativos pueden reconocerse fácilmente debido a su forma cóncava: en los bordes son más gruesos que en el centro. La diferencia de grosor será mayor cuanto más grave sea la miopía. Para poder incorporar unos cristales negativos con una graduación alta en una montura elegante, hay materiales minerales y orgánicos con altos índices de refracción. Estos permiten que los cristales sean más finos y aun así logren el mismo efecto.

Alternativamente, o como complemento, también pueden emplearse lentillas con dioptrías negativas. Hoy en día, unas gafas se consideran un accesorio de moda muy elegante, por lo que la decisión dependerá menos de una cuestión de imagen personal, sino más bien de aspectos funcionales, por ejemplo, las ventajas que ofrecen las lentillas a la hora de hacer deporte. Al contrario que unas gafas, no pueden resbalarse de la nariz por muy duro que sea el entrenamiento. Además, también pueden llevarse debajo de cualquier tipo de gafas deportivas.