Otro tema importante que conviene considerar sobre todo cuando viajamos en avión, pero que también nos puede afectar en el coche o en el tren, es el aire seco, que puede causar irritaciones en los ojos. Así que acuérdate de meter un colirio en el equipaje de mano para refrescarte los ojos cuando sea necesario. Acuérdate también de beber lo suficiente y de parpadear con frecuencia, para que el líquido lagrimal se distribuya uniformemente. De hecho, lo mejor es que dentro del avión prescindas totalmente de las lentillas y optes por unas gafas graduadas hasta que vuelvas a pisar tierra firme, ya que estas suponen una alternativa más agradable para los ojos en este ambiente tan seco.
Además, cuando viajes en avión, en coche o en tren, evita que el aire acondicionado te sople directamente a la cara, si no quieres que se te sequen los ojos nada más comenzar el trayecto.
Consejo: En nuestra guía sobre «Ojos secos y lentillas» puedes encontrar más información y muchos consejos prácticos.
Consejos para unas vacaciones redondas
Para una escapada de fin de semana o un viaje de negocios corto, que no dure más de tres o cuatro días, unas lentillas diarias pueden ser una buena opción. Para un viaje tan corto, seguramente no te llevarás una maleta grande, así que para qué llenar tu equipaje de mano con productos de cuidado para lentillas, ¿verdad?
A veranear con lentillas
Estamos todos de acuerdo en que es un gustazo zambullirse en el mar o incluso en la piscina cuando el calor aprieta, pero no nos precipitemos. Para tomarnos un baño con lentillas, es una buena idea ponerse unas gafas de nadar o bucear, especialmente si hay bastante oleaje (o gente que nos pueda salpicar). Estas protegen a los ojos y, con ellos, a nuestras lentillas del contacto con agua salada o clorada, que contiene bacterias y otras sustancias que podrían adherirse a su superficie y causar irritaciones en los ojos. Si prefieres meterte en el agua sin llevar gafas de natación, mejor que lo hagas con lentillas blandas, ya que estas no se desprenden tan fácilmente como las duras. Además, en la playa deberías procurar que no se te meta arena en los ojos. Los grantitos de arena, por muy finos que sean, pueden colarse entre la lentilla y la córnea, causando irritaciones o dañando las lentillas.
Si vas a pasar tus merecidas vacaciones en la playa o en la piscina, quizás quieras pasarte temporalmente a unas lentillas diarias. A fin de cuentas, no tendrás que preocuparte tanto por la higiene de tus lentillas si al final del día las vas a desechar en la basura. Las lentillas diarias también son una buena opción para viajar a países exóticos, en los que las condiciones higiénicas puedan ser un poco diferentes que en tu país de origen.
Lentillas en la nieve
Para los deportes, y los de invierno no son ninguna excepción, las lentillas son una buenísima alternativa a las gafas graduadas: no se descolocan, no se caen y sobre todo no se rompen. A la hora de practicar esquí o snowboard, aún así deberías llevar siempre unas gafas de esquí, que protejan tus ojos contra el viento, la luz del sol y posibles lesiones. Fuera de la pista, unas buenas gafas de sol son absolutamente imprescindibles, ya que la nieve refleja los rayos ultravioletas del sol y tus ojos te agradecerán que los mantengas a raya.
Conclusión: Estos son los consejos más importantes para irte de viaje con lentillas
Acuérdate de llevarte siempre uno o dos pares de lentillas de recambio, por si acaso. De este modo podrás reemplazar rápidamente una lentilla defectuosa o una que decida continuar el viaje por su cuenta.
Obviamente, tampoco te dejes los productos de cuidado de tus lentillas en casa.
Acuérdate que en el equipaje de mano solo se te permite llevar una cantidad limitada de líquido.
Unas gotas humectantes para los ojos te ayudarán a evitar la sequedad ocular.
Unas gafas de sol tampoco deberían faltar en tu equipaje, para que puedas proteger tus ojos contra la luz del sol.